El estudio de la gestión de residuos es el documento donde se analizan los materiales que se van a utilizar en una obra y los residuos que se pueden generar durante la misma. El objetivo de este tipo de estudio es reducir los efectos negativos provocados por la generación de residuos señalando además cuáles son los tratamientos más adecuados en cada caso según la naturaleza u origen de los mismos. Además, también tendrá por objeto el uso racional de materiales en el desarrollo de la obra con el fin de optimizar los recursos y material primas empleados.
En este artículo expondremos los aspectos más importantes que debe incluir un estudio de gestión de residuos, así como las especificaciones legales relativas a cada punto.
¿Qué son los residuos de la construcción o demolición?
El Real Decreto 105/2008 determina que un Residuo de Construcción y Demolición es:
«Cualquier sustancia u objeto que, cumpliendo la definición de Residuo incluida en el art. 3ª) de la Ley 10/1998, se genere en una obra de construcción o demolición. Es decir cualquier sustancia u objeto perteneciente a alguna de las categorías que figuran en el anexo de la Ley 10/1998, del cual su poseedor se desprenda o tenga la intención u obligación de desprenderse. En todo caso, tendrán esta consideración los que figuren en la Lista Europea de Residuos, aprobada por las Instituciones Comunitarias».
La Ley 10/98 fue derogada por la nueva Ley 22/11 de Residuos y Suelos contaminados. Esta última define los residuos, en general, como cualquier sustancia u objeto que su poseedor deseche o tenga la intención de desechar.
Tipos de residuos
El estudio de gestión de residuos debe tener en consideración las particularidades de cada residuo, así como su clasificación. Una primera distinción se refiere a los residuos inertes. El Real Decreto 105/2008 los define como:
«Aquel residuo no peligroso que no experimentan transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas. Los residuos inertes no son solubles ni combustibles, ni reaccionan física ni químicamente, ni son biodegradables, ni afectan negativamente a otras materias con las que entran en contacto de forma que puedan dar lugar a contaminación del medio ambiente o perjudicar a la salud humana. La lixiviabilidad total, el contenido de contaminantes del residuo y la ecotoxicidad del lixiviado deberán ser insignificantes, y en particular no deberán suponer un riesgo para la calidad de las aguas superficiales o subterráneas».
En segundo lugar nos encontramos con los residuos no peligrosos, aquellos que por su naturaleza pueden ser tratados o almacenados en las mismas instalaciones que los residuos domésticos. Es el caso de armaduras de acero, restos de estructuras metálicas, maderas, papel y cartón o plásticos.
Por último, los residuos peligrosos, formados por materiales que tienen determinadas características perjudiciales para la salud o el medio ambiente como madera tratada con productos tóxicos, productos que contienen PCB, materiales de aislamiento o restos de desmantelamientos que contienen fibras de amianto.
No están incluidas en esta clasificación las tierras y piedras no contaminadas por sustancias peligrosas reutilizadas en la misma obra, en una obra distinta o en una actividad de restauración, acondicionamiento o relleno. En este caso no sería de aplicación el Real Decreto en caso de que se acredite el destino de la reutilización de estos materiales.
La Lista Europea recogida en la Orden MAM/304/2002 establece los tipos de residuos de la construcción y demolición que susceptible ser incluidos en el estudio de gestión de residuos de una obra o construcción. Estos pueden ser:
- Hormigón, ladrillos, tejas y materiales cerámicos.
- Madera, vidrio y plásticos.
- Mezclas bituminosas, alquitrán de hulla y otros productos alquitranados.
- Metales (incluidas sus aleaciones).
- Materiales de aislamiento y materiales de construcción que contienen amianto.
- Materiales de construcción a partir de yeso.
- Otros residuos de construcción y demolición (que contienen mercurio, PCB u otras sustancias peligrosas).
El estudio de gestión de residuos debe recoger una estimación de las cantidades de residuos generados, expresadas en Tn y m³.
Medidas de prevención en la gestión de residuos.
Deberán especificarse también en el estudio de gestión de residuos las medidas encaminadas a minimizar el impacto de los residuos generados (recogida, tratamiento, traslado a vertedero autorizado, etc) y, de forma especial, una relación de los residuos peligrosos que puedan generarse durante los trabajos que se retirarán de forma selectiva para depositarlos en una planta de tratamiento autorizada.
La responsabilidad de planificar y organizar la obra con la mínima producción de residuos será del constructor quien deberá establecer las siguientes medidas recogidas en el estudio de gestión de residuos.
Medidas de prevención en las tareas de demolición.
En las labores de demolición deberán emplearse, en la medida de lo posible, técnicas de demolición y desmontaje selectivos con la finalidad de proceder a la reutilización, reciclado y valorización de los residuos de la construcción generados.
La demolición comenzará, de forma general, por los residuos peligrosos y, después, se seguirá con los residuos destinados a reutilización, los que se valoricen y, al final se trabajará con aquellos cuyo destino sea el vertedero. Este procedimiento debe estar descrito en el estudio de gestión de residuos.
Medidas de prevención en el suministro de materiales.
El suministro de materiales deberá ajustarse a las necesidades de la obra definidas por las mediciones realizadas en el proyecto de construcción. La empresa suministradora también debe colaborar reduciendo al máximo los materiales utilizados en el embalaje de materiales. El estudio de gestión de residuos de la construcción y demolición también puede incorporar otros aspectos como la prioridad en el uso de materiales reciclables, el plan de entrega de materiales, la priorización del uso de materiales a granel, reutilización de envases o soporte de materiales, etc.
Entre las medidas a contemplar se encuentra también la posibilidad de negociar con los suministradores de materiales la devolución de embalajes y envases o de material sobrante.
Medidas de prevención en obra.
El estudio de gestión de residuos incluye las medidas a adoptar para la optimización del material el obra, evitando el derroche de materiales, sobre todo aquellos que generan un mayor número de residuos. Entre la medidas a contemplar están la utilización de materiales prefabricados, que generan un menor número de residuos, el vaciado completo de recipientes antes de su limpieza y depósito para aprovechar al máximo los materiales, reducir el número de materiales fabricados en obra, dando prioridad al taller; agotar la vida útil de repuestos y elementos auxiliares, priorizar el uso de elementos desmontables y reutilizables en otras obras o fomentar entre el personal de obra conocimientos relativos al aprovechamiento y gestión de residuos.
Medidas de prevención en el almacenamiento.
Es posible establecer también medidas encaminadas a la conservación de materiales durante su almacenamiento, protegiéndolos de la lluvia y la humedad. El estudio de gestión de residuos contemplará también la aplicación de medidas para un almacenamiento seguro de los materiales, con el fin de evitar vertidos, mezclas entre materiales, roturas de envases, explosiones, etc.
Asimismo será necesario controlar la caducidad de los materiales, evitando que alcancen la fecha de fin de uso.
También es habitual que en la zonas de carga y descarga de materiales se produzcan percances que pueden suponer el vertido y pérdida de materiales en perfecto estado de utilización. Así que será necesario incluir protocolos y medidas de seguridad en este proceso, para evitar la pérdida de materiales.
El estudio de gestión de residuos en construcción deberá incorporar un plan de inspección de los productos y materiales almacenados; de esta forma se podrá controlar su correcto almacenamiento y estado.
Medidas de separación en obra.
El Real Decreto 105/2008 establece una serie de medidas para reutilización, reciclaje o valorización y para asegurar las condiciones de higiene y seguridad en la obra, recogidas en el estudio de gestión de residuos. Entre ellas:
- Señalización de las zonas en la obra destinadas al almacenamiento de residuos con un cartel que indique el tipo de residuo de que se trata.
- Los embalajes que alberguen residuos deberán también indicar el tipo de residuo que llevan según el código LER nombre y dirección del poseedor y el pictograma de peligro en su caso.
- Las áreas en las que se almacenen residuos peligrosos deben estar suficientemente separadas de las de residuos no peligrosos y claramente diferenciadas.
- La obra dispondrá de contenedores y recipientes adecuados para cada tipo de residuo, con volumen y capacidad suficiente.
- Los contenedores en lugares de acceso público deberán estar cubiertos para evitar vertidos descontrolados.
- En el caso de que en la obra no pueda realizarse la separación de residuos, esta se encomendará a un gestor de residuos de construcción y demolición externo.
Medidas de reutilización, valorización o eliminación de residuos generados en la obra.
Es posible prever la reutilización de residuos en la obra para el relleno de zanjas con tierras o materiales pétreos procedentes de excavaciones. Los excedentes se transportarán para su uso en otras obras o su depósitos en un vertedero autorizado de residuos inertes. En el estudio de gestión de residuos contempla también la valorización de residuos, el proceso para la obtención de materiales a partir de los mismos (cribado, separación, machaqueo, etc.) así como la maquinaria que se empleará en cada caso (zaranda, trituradoras…).
En el caso de la eliminación de residuos se entregarán a un gestor autorizado para que él realice las operaciones necesarias para su depósito.