El sector de la construcción mantiene la tendencia alcista de los últimos cuatro años. Según el último informe Euroconstruct presentado en Madrid, se espera que su índice de producción alcance el 4,5% en 2019. Si bien, el panorama a medio plazo se plantea incierto: la previsión apunta a un ralentización de 3% en 2020 y del 1% en 2021.
El balance de los últimos cuatro años en la construcción arroja un resultado positivo como consecuencia de la recuperación de la edificación residencial. Se espera la demanda de vivienda no toque techo ni en 2018 ni en 2019, y que en ambos periodos se registre un crecimiento considerable, del 11% y del 8,5%, respectivamente. En cualquier caso, según el informe de Euroconstruct, “hay razones para desconfiar de que el mercado continúe creciendo a semejante ritmo, ignorando factores como la escalada de precios en las zonas de más demanda, y riesgos como el encarecimiento del crédito y el progresivo agotamiento del ciclo de oportunidad inversora”. «Es complicado prever en qué momento puede llegar la inflexión, pero al menos podemos anticipar que el repliegue no debería ser traumático, puesto que en este episodio promotor las cantidades absolutas de nueva vivienda han sido extremadamente modestas. Como primer tanteo, planteamos un escenario en el que 2020 aún permanece en la zona positiva (3,5%) pero 2021 ya no (-3%)”, añade el informe.
Ingeniería civil
El año 2019 marca un antes y un después en la ingeniería civil. Las próximas elecciones municipales y autonómicas han permitido un respiro temporal en este subsector favoreciendo su recuperación en 2018 y evitando que 2017 fuera un año perdido. En informe señala que los escollos se plantean en el ámbito de la obra dependiente del Gobierno central, que podría verse comprometida por varios motivos. Por un lado, el precario equilibrio del presupuesto público que podría provocar nuevos ajustes en la inversión en obra pública para cuadrar la cuentas. Por otro lado, todavía se mantiene la incógnita respecto a qué hará el Estado con las autopistas quebradas y con aquellas cuyos contratos de concesión expirarán en breve. Si el Estado asume su gestión, supondrá una reducción de su capacidad de inversión. “Hay también incertidumbre sobre el desenlace del programa público-privado de construcción de carreteras (PIC), pero apostamos porque se perciban sus efectos en 2020 (3,5%) y 2021 (4,5%). Eso sí, antes habrá que superar un 2019 en clave de estancamiento (1,5%)”, señala el informe.
En el ámbito europeo, la ingeniería civil podría ocupar el vacío creado por el estancamiento de la vivienda de nueva planta. La construcción de infraestructuras ha crecido significativamente en 2018 (5%) y se espera que en 2019 tenga un crecimiento similar, en torno al 4,5% en la medida en que la recuperación económica se traslade a los presupuestos públicos y se reativen los fondos estructurales europeos, sobre todo en los países del Este.
Por otro lado, el Plan Juncker es otro indicador de que la inversión se esta recuperando, al superarse a mediados de 2018 el objetivo inicial de 315.000 millones de euros, y que este plan se haya extendido hasta 2020 con un ampliación de 500.000 millones de euros.
El impulso de la ingeniería civil en Europa tendría garantizada su continuidad a medio plazo, y podría convertirse en el sector del mercado más expansivo en 2020 (,3,2% y 2021 (2,5%). “La mayor parte de este crecimiento provendrá de las infraestructuras de transporte, con una aportación sustancial desde el nicho del ferrocarril. Las compañías eléctricas siguen sin recuperar el ritmo constructor de los pasados años, aunque la subida de los precios de la energía podría contribuir a que replanteasen sus estrategias inversoras”, concluye el informe.